EL PRIMER PASO HACIA EL ENTENDIMIENTO DE LAS LEYES
Las Leyes del ajedrez para torneo de la Fide tienen su principal afianzador en un texto que regularmente es obviado por todos los entendidos y menos afortunados del conocimiento ajedrecístico universal. Este texto es su preámbulo o prólogo, el cual es encontrado al inicio de las leyes y fija la intención, propósito y puesta de acuerdo sobre las regularidades entendibles y no entendibles del reglamento total, convocando de manera tácita y expresa a todos los practicantes de la disciplina a sujetarse a las consideraciones, laudos y juicios impartidos por los árbitros.
Arbitraje, Reglamentos y Algo más
por: Árbitro Internacional Fide José Gauna.
Pero coloquemos este texto como apertura a este disertar para tener una idea clara del asunto:
Prólogo
"Las Leyes del Ajedrez no pueden abarcar todas las situaciones posibles que pueden surgir durante una partida, así como tampoco pueden regular todas las cuestiones administrativas. En los casos no regulados con precisión por un artículo de las Leyes, debería ser posible llegar a una decisión correcta estudiando situaciones análogas examinadas en las mismas.
Las Leyes presuponen que los árbitros tienen la competencia, recto juicio y absoluta objetividad necesarios para ello. Una reglamentación excesivamente detallada podría privar al árbitro de su libertad de criterio e impedirle hallar la solución a un problema, guiada por la ecuanimidad, la lógica y la consideración de factores especiales.
"Las Leyes del Ajedrez no pueden abarcar todas las situaciones posibles que pueden surgir durante una partida, así como tampoco pueden regular todas las cuestiones administrativas. En los casos no regulados con precisión por un artículo de las Leyes, debería ser posible llegar a una decisión correcta estudiando situaciones análogas examinadas en las mismas.
Las Leyes presuponen que los árbitros tienen la competencia, recto juicio y absoluta objetividad necesarios para ello. Una reglamentación excesivamente detallada podría privar al árbitro de su libertad de criterio e impedirle hallar la solución a un problema, guiada por la ecuanimidad, la lógica y la consideración de factores especiales.
La FIDE apela a todos los jugadores de ajedrez y federaciones para que acepten este criterio.
Una condición necesaria para que una partida sea valorada por la FIDE es que se debe jugar de acuerdo con las Leyes del Ajedrez de la FIDE.
Se recomienda que las partidas no valoradas por la FIDE se jueguen de acuerdo con las Leyes del Ajedrez de la FIDE.
Las federaciones afiliadas pueden solicitar a la FIDE que se pronuncie sobre las cuestiones relativas a las Leyes del Ajedrez"
Una condición necesaria para que una partida sea valorada por la FIDE es que se debe jugar de acuerdo con las Leyes del Ajedrez de la FIDE.
Se recomienda que las partidas no valoradas por la FIDE se jueguen de acuerdo con las Leyes del Ajedrez de la FIDE.
Las federaciones afiliadas pueden solicitar a la FIDE que se pronuncie sobre las cuestiones relativas a las Leyes del Ajedrez"
Este menudo renglón de sugerencias nos da la primera luz sobre como debe ser el comportamiento de todos aquellos que aspiran a una buena toma de decisiones durante la partida y durante un evento de ajedrez. La aceptación global, de la unánime, justa y equilibrada sapiencia o conocimiento del árbitro y su imparcialidad es la piedra angular del triunfo de la verdad sobre la falsedad en la reglamentación del juego.
En nuestro sistema se tiende a ver a los árbitros como objeto de desidia y figura fatua durante la partida, y más aún durante la organización de cualquier evento, otorgándole a los jugadores, entrenadores, técnicos o dirigentes en muchas oportunidades la irregular potestad de criticar, vilipendiar y ajusticiar indebidamente la presencia y autoridad de los árbitros durante las acciones de juego y en su toma de decisiones.
Es bien sabido que la tradición ha mostrado al árbitro de ajedrez venezolano como un adorno de la partida, una filigrana de la sala de juego; debido a la falta de acciones responsables, promoción de carácter y carencia de imparcialidad al impartir los laudos, es decir «crea fama y acuéstate a dormir» parafraseando un famoso refrán. Los árbitros venezolanos aparentemente no han mostrado autoridad a la hora de hacerse notar y demostrar que son los más sabios en cuanto a la reglamentación de la partida viva y de la administración total de los eventos competitivos.
¿Mala preparación y escuela rudimentaria?
¿Desinterés por las acciones propias del juego?
¿Miedo escénico?
¿Temor a asumir responsabilidades?
¿Falta de carácter?
¿Tendencia a creerse menos conocedores que sus interpeladores?
¿Falta de preparación y actividad en continuos eventos?
¿Desconocimiento del reglamento y de las regularidades propias de la partida de ajedrez?
¿Cuáles son los males que verdaderamente agobian a un árbitro del ajedrez y no le permiten demostrar su presencia durante el juego!
Aunque , al igual que otras disciplinas deportivas (cito el béisbol) donde se opina que el mejor árbitro es aquel que ha pasado desapercibido durante el juego, es importante que el árbitro se acostumbre a tener presencia escénica. El pavoneo por la sala de juego, la captación de pequeños detalles como el acomodo de un peón mal colocado sobre su casilla, el saludo continuo y demostración de respeto y autoridad para con sus homónimos y otras reglas éticas aunque parezcan banales, son herramientas o tips importantes que hacen notar «imperceptiblemente» la poción profesional, técnica y humana de los señores árbitros.
Desde el más novicio asistente de mesa hasta el director técnico de torneo estas pequeñas reglas formulan un método pleno e integral para su adecentamiento como árbitros y su aceptación por el medio que los rodea.
La experiencia me ha demostrado a los largo de una treintena de años, y es un punto de descargo para nuestros árbitros, que aquí en Venezuela, no es el único sitio donde los árbitros son parcos a la hora de asumir criterios legales. Sin embargo esto no debe ser tomado como un logro o quizá un estilo universal del árbitro. Culpa de estas situaciones en realidad la tienen las partes supervisoras del deporte ajedrecístico, clubes, asociaciones, federaciones, institutos de deporte, las cuales no crean los debidos colchones o correctivos de enseñanza y de instrucción para nuestros colegas novicios. (es decir talleres, cursos, mesas de trabajo, exámenes periódicos y oportunidades continuas en eventos nacionales e internacionales).
La sinergia en la administración de los recursos humanos es un factor importante en la preponderancia y estatus de cualquier institución y es indudable que no se ha realizado un buen trabajo para con la enseñanza, instrucción y preparación activa del árbitro de ajedrez en Venezuela.
Dejare ahora algunas preguntas para los amigos acuciosos de esta página, en espera de que a partir de ellas podamos crear en esta sección una discusión productiva sobre la importancia del sentido común y el sentido crítico en el arbitraje:
¿Debe el árbitro de ajedrez tomar decisiones aún cuando no esté seguro de si mismo y de los articulados del reglamento que las inhiben, propulsan o corrigen?
¿En una partida blitz una mala decisión del árbitro debe prevalecer?
¿Puede un directivo de la FVA asumir criterios de arbitraje y tomar decisiones que afecten los dictámenes de árbitros principales o de mesa en un torneo?
¿Deben los comités de apelaciones estar integrados por personas de rango competitivo o técnico arbitral o por personas que representen algún cargo federativo o de dirigencia?
¿Sabe Ud cuál es el principal artículo del reglamento de ajedrez, sobre el cual esta construido todo el edificio funcional del juego?
Responda a estas preguntas, envíe sus comentarios y otras interrogantes si así lo desea, participe con sus anécdotas y crónicas arbitrales. De esta manera haremos crecer la bola y lograremos que otros se sumen al propósito de la sección. Gracias y hasta luego!
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